sábado, 21 de enero de 2012

Suspicious Mind

"Puedo escribir los versos más tristes esta noche"

Recién llegado del gimnasio. Me siento frente al ordenador. La lluvia arrecia contra los cristales. La noche es fría y desapacible. Sin embargo, en mi interior un calor súbito me sube por la espalda hasta llegar a la nuca. No tiene nada que ver con el sudor que me impregna, pues vengo de realizar un esfuerzo notable. No, para nada. Tiene que ver con ella.

Ella.


Porque acabo de mirar mis redes sociales, por enésima vez. Clicando en refrescar la página a ver si tenía novedades, instintivamente. Y, como siempre, acabo entre sus fotos, una vez más. Para poder verla, aunque sea virtualmente. Recordar su cara, sus manos, su cuerpo. Hoy hemos vuelto a hablar, como dos tontos, durante horas. Me quiere, o eso pienso. A pesar de todo. A pesar de que ni soy guapo, ni alto, ni fuerte. Ni millonario, que aunque no lo parezca, importa.


En esas estamos cuando vuelvo a mirar por la ventana, melancólico. Qué pasaría sí...? me he preguntado mil veces. Si la hubiera conocido bien antes. Mirándola de otra manera. Si hubiera habido otro contexto. O la más frecuente y letal. 

Si estuviera aquí. 

Así podría enseñarle todos y cada uno de los lugares que he conocido en esta travesía, este exilio, a tantísimos kilómetros de su cuerpo, de su sonrisa, que tanto me gusta. A tanta distancia de sus vaciladas calculadas, de sus palmetazos tontos como respuesta a alguna burrada con mi media sonrisa de truhán.

Si aceptase venir de una vez... Si pudiese y se diese la ocasión...


En esas estaba cuando caigo en la cuenta. Me devuelve a la realidad el twitter, tengo una mención a mi petición sobre un partido de la NBA. Súbitamente, despierto de mi ensoñación. Debería ducharme. Me estoy enfriando. Y no me conviene pensar tanto en ella. Estoy de Erasmus y aquí la gente no piensa en tías que están en España, sino en rubias esculturales venidas del este. Mucho más cercanas. ¿Por qué yo sí?


Ya en la ducha, bajo el agua caliente del hidromasaje, pienso. Otra vez en ella, aunque en mi misma mente me rechaza el pensamiento. Decido concentrarme en el hidromasaje. Pienso en el lujazo de tener un hidromasaje, de poder ir al gimnasio a estas horas. Aunque súbitamente, mi mente calenturienta piensa en las barbaridades que se podrían hacer en este mismo habitáculo con ella. Vuelvo a esbozar esa media sonrisa picarona. No puede ser, me digo.Todos los caminos llevan a ella. Me resigno, como cada noche. De fondo suena "Suspicious Mind" que se me ha ido viniendo a la mente.


Pues eso, podría escribir los versos más tristes, pero sin embargo, aquí estoy, feliz. Como un imbécil. Porque nos escribimos y nos acordamos uno del otro. Mucho. Tanto que estamos deseando de volver a vernos, contando los días para la vuelta. A pesar de estar a más de 3.000 km. de distancia.



martes, 17 de enero de 2012

"El derbi más clásico del Siglo"

Aficionados!!! Todos a las elecciones. Empieza el nuevo campeonato con dos claros favoritos: PSOE y PP, aunque parece que va a ser un torneo de dos, luchando por la tercera posición encontramos a IU y UPD, con el PA coqueteando con los puestos de descenso.

El PSOE llega a este campeonato con la misiva de salvar la temporada, ya que solo le queda esta competición donde pelear por la victoria tras obtener sendas derrotas en otras secciones como Castilla-La Mancha o Extremadura. Un PSOE que llega con la novedad del cambio de coach. Tras la destitución de Chávez y su ayudante Zarrias, se le encomendó el proyecto a Pepe Griñán que tiene como objetivo darle continuidad. En frente tendrá al eterno aspirante Arenas, que tras varias derrotas contundentes en los años anteriores sigue comandando la nave popular. El resto de equipos no quieren que esto se convierta en una torneo de dos, ni por presupuesto ni por historia, y quieren hacerse notar y pelar hasta el final por tener sus opciones.

Un torneo, cuya final tendrá lugar el 25 de Marzo. Se esperan unos meses duros, de alternancia de acusaciones en ruedas de prensa para intentar captar a aficionados que los apoyen. Declaraciones como “ese partido esta amañado, han cobrado ERES” o “hacen un juego resultadista, no aportan nada”. En definitiva ataques al rival en lugar de ensalzar y elogiar las estrategias, a los jugadores y a la afición propia. Y es que la táctica de moda es jugar a la contra, intentando demostrar que el rival es peor que nosotros en lugar de ir con la mentalidad ganadora de “somos mejores que ellos”. Del análisis de las declaraciones de los equipos, se deduce que ninguno va a desarrollar un juego vistoso, simplemente se van a dedicar a especular con el resultado y a despejar balones fuera, es decir, jugar al pelotazo y defender el 1-0.

Cada partido tiene el apoyo incondicional de sus socios (que aunque no se sepan el himno, pagan igual) y la visita en el palco de antiguos jugadores y directivos como Felipe González o Aznar que calentarán el ambiente más aún. Una pretemporada donde son muy importantes los spots publicitarios para captar abonados. Destacar el “Papá, ¿por qué somos del PSOE?” emitido por el grupo socialista o el “Comunista, popular, socialista” emitido por el grupo popular. Y es que los abonados de cada equipo son fans incondicionales, no saben por qué, pero lo son, llevan los colores de su equipo a muerte y se encaran con los aficionados del equipo rival. Toda esta campaña para obtener el importante apoyo de los denominados “comepipas” o “voto indeciso”.

¿Pero qué sería de todo este circo sin el morbo y el despiste que ejerce la prensa y sus “expertos”? y pongo expertos entre comillas porque los “comentaristas” o “periodistas”  que van a narrar estos encuentros, que van a cubrir las ruedas de prensa no tienen ni idea de por qué ha pitado un libre indirecto, ni por qué no saca tarjeta, es decir, no se saben el reglamento. Eso sí, de estadísticas de quién es el máximo goleador, máximo asistencia, partido que se pierde con tal árbitro si saben. Pero eso no dejan de ser estadísticas meramente anecdóticas, no por saber más datos sabes más de lo que hablas. Pero con estos datos banales distraemos a los aficionados y dotamos de emoción el ambiente como arma de distracción. Hecho que parece entrar en contradicción cuando en los reportajes gozan de atención ese colectivo que canta el “Po-lí-ticos, Mer-ce-narios”, pero no, es otra estrategia más de distracción usando a los espectadores que están en contra para usarlos como camuflaje de los datos de su gestión.

¿Por qué hacemos apología del fair play y de la libre expresión si acudimos a las urnas como borregos? Ya basta de la típica expresión: “yo es que mi familia es de derechas o de izquierdas y tengo que votarlo” Mas de la mitad de los afiliados del partido ni acuden a las juntas, ni saben las cuentas, ni se han leído los estatutos de formación del partido, pero no importan, con tener fichajes de nombre y ganar les basta. Solo queremos la satisfacción de Victoria, da igual jugando bien o mal.

Y es que todo vale para que en el luminoso del estadio aparezcan un mayor número de escaños que los del rival para poner el himno en el coche, la camiseta e invadir las ciudades celebrando el título. Es así de triste, nos distraen cual romanos con los juegos del Coliseum, con toda la parafernalia de alrededor más que con el encuentro en sí. 

Ellos desviarán los fondos de la recaudación de la entrada, seguirán sentándose en Tribuna y el público con que se le dé victorias tiene bastante. En definitiva, Pan y Circo amigos. Desde aquí hago un llamamiento al raciocinio y la coherencia, no acudamos cuales borregos al encuentro, no nos dejemos engañar.

One Luv

Let it snow, let it snow, let it snow...

Me siento gilipollas. Completamente estúpido. Pero es incontrolable. Para un tío del sur (del sur del sur, añado) ver caer nieve de esta forma es poco menos que un suceso paranormal, mágico. Cosa de brujería. Brujería negra, me permito añadir, sobre todo teniendo en cuenta que he de estudiar y ando mirando la ventana como un perfecto imbécil. Brujería que te atrae, como cuando ves un par de tetas y sabes que podrás estar horas y horas observándolas, embelesado, que jamás te cansarás de mirar. Pero la nieve, en lugar de no mirar por no faltar al respeto de la dama, te permite ser lujurioso con ella, tocándola y sobándola hasta convertirse en nada. Sin quejas. Sintiéndote en el mismo lugar cómodo, confortable, donde la sensación es parecida a estar flotando. Así no se puede estudiar, desde luego.

Supongo que esta entrada a la gente del norte, o los que tienen nieve con razonable frecuencia les parecerá una tontería. Incluso a mi vecino de enfrente, que me da que está acostumbrado a este tiempo, ya que tiene su ventana abierta.

A mí también debería de no asombrarme, si me paro a pensar fríamente (como no puede ser de otra manera con este tiempo). Porque la nieve es un fenómeno atmosférico natural, como el sol o la lluvia. Pero no, no es normal. Aquí nieva con una saña que sobrepasa cualquier límite, dejando los rostros fríos y contraídos al paso de los valientes que se atreven a atravesar este manto blanco que cubre la ciudad.

A pesar de lo cual, en mi fuero interior me alegra saber que no estoy tan loco. Todos los españoles que estamos en Viena flipamos. Valencianos, granadinos, malagueños... mediterráneos en definitiva más acostumbrados a los 40ºC a la sombra que a estar en negativo. No hay nada más divertido que observar un muro de Facebook de un Erasmus en esta ciudad ahora mismo. La euforia, la alegría que desprendemos, las ganas de salir a la calle y hacer batallas con bolas de nieve. Todos compartimos esas sensaciones. En suma, la felicidad del hecho insólito para nosotros (que no por ello menos esperado) que se muestra en forma de copos blancos regalados del cielo, dejando en la retina imágenes grabadas para siempre, para el recuerdo.

Mientras escribo ésto los copos caen. Algunos se deslizan lentamente, perezosos, hasta llegar al suelo. Como si disfrutasen del viaje mecidos por el aire. Otros, en cambio, van tan rápido en oblicuo que parece que tienen prisa por cumplir su cometido, por terminar ese engorroso trámite. Pero los que más me gustan es cuando el viento sopla tan fuerte que se desplazan en horizontal, como un ejército furioso en busca del final de la calle, dejando una densa cortina blanca a su paso, conscientes de su fuerza como unión.

Pero a mí realmente me da igual la forma que tengan de caer, yo lo que quería era ver nevar así. Y por primera vez en mi vida, lo he visto.

domingo, 15 de enero de 2012

"A propósito de Fraga, a contracorriente"

Como me gusta llevar la contraria, voy a expresar lo que pocos se atreverían a hacer en Facebook. Se ha muerto Manuel Fraga Iribarne, ¿y sabéis cuál es mi opinión? Se ha muerto un gran político. Ministro de Franco, sí, ¿quién de nuestra clase política, intelectual o empresarial no ha tenido pasado relacionado con el franquismo? Una gran mayoría: el padre de Manuel Chaves fue militar de alto rango afín a Franco, el padre de Bono fue falangista, Juan Luis Cebrián y mentor Jesús de Polanco (PRISA) hicieron sus fortunas y emporios gracias a sus relaciones directas con el “caudillo”, e incluso Miguel de Unamuno llegó a apoyar el 18 de julio, arrepintiéndose después. Represor, por supuesto que no lo voy a negar, pero, tan represor como Santiago Carrillo en Paracuellos del Jarama en la Guerra Civil Española. Si sacamos la ropa sucia de unos, hemos de sacar la de todos, o si no, conceder la oportunidad redención cómo sí se le has otorgados a sólo unos pocos, todos de la izquierda política.

Gracias a Fraga, se retiró la censura previa, aunque ésta continuó, de acuerdo. Fue un primer paso para un régimen inmovilista. Amplió la red de paradores nacionales, sí esos hoteles del Estado que muchos ven como un residuo burgués y que seguro que el día de mañana cuando tengan dinero, se hospedarán en ellos. Es padre de la Constitución de 1978, y digo bien en que “es”, porque la Constitución sigue vigente a pesar, seguro, de alguien. Resumir a Fraga como ministro de Franco, es obviar los últimos 40 años de la Historia de España. Es obviar aquellas frases que espetó a personas como Tejero el 23 F : “¿puede la Guardia Civil tenernos como a una pandilla de forajidos a tantos hombres indefensos? Yo ya no puedo más, disparen contra mi”.

Me quedo con las últimas palabras de la columna de Rosa Montero (El País) que saldrá publicada hoy, 16/I/2012: “Hoy lamento la pérdida de este hombre irrepetible: el mundo será más convencional sin su presencia. Además, creo que hay que reconocer su esfuerzo por apaciguar en su momento a la derecha más cerril. Esto es: le agradezco que se comiera a los caníbales.” Fraga, con sus errores y defectos, fue fiel sólo a una cosa: a España. Su único objetivo fue servir a España y no como otros, que su único objetivo es el de servirse de España para sus intereses personales y los de su bolsillo.

miércoles, 11 de enero de 2012

Maneras de morir

"No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente"

Podría escribir de muchas cosas. De mi cansancio de hoy. Hacer una crónica. Repetir lo que se ha dicho, pero hay palabras que se me agolpan, lúcidas unas, borrosas otras. Porque todo ha ocurrido tan rápido...

Parecía que no podía ser, ya que tan rápido estabamos viendo cómo nos podíamos clasificar a ver cómo nos hundíamos como el Titanic. Intentando buscarnos el tiro asesino, viendo todo el mundo la sangre pero no sabiendo de donde viene. Desangrándonos. Hasta que nos hemos dado cuenta de que el disparo nos lo habíamos dado en el estómago, pero nosotros mismos. En esas andábamos cuando muchos pensaban que no era ni el momento ni el lugar para seguir luchando. Apagando la tele. Renegando.

Pero como esos irreductibles galos del cómic, resistieron ahora y siempre al invasor. Apretaron los dientes, se sacudieron el polvo y el dominio hasta darle la vuelta al signo de la batalla. Se puede hablar de muchos héroes, pero individualizar sería injusto. Desde el más veterano general que comandaba la estrategia hasta el imberbe joven que dio el segundo gol, merecían el orgullo, respeto y admiración de su legión de seguidores.

De repente, esas hordas que parecían invencibles se miraban unas a otras, intentando explicarse el ciclón que le había pasado por encima... había sido todo tan rápido... Tan inesperado... todo parecía sacado del guión de una película perfecta. De otro tebeo de Uderzo. Con banquete y el bardo (curioso, sus pantalones son blanquiazules) atado al árbol.

Sin embargo, nos despertaron. Y de qué forma. Dolorosa, como una puñalada silenciosa.  Como cuando vas borracho y de repente se te pasa al darte una mala noticia.

A pesar de lo cual, ese cruel fin que no parecía escrito para este cuento, queda la sensación, el sentimiento. El orgullo.

Decepción? Pues sí, queríamos más. Estaba al alcance de la mano, rozándolo con la puntita de los dedos. Queríamos más alegría. Más estadios llenos en copa, cantando el himno a capella. Más de esas imágenes que, al contrario que las gomas, no se nos borrarán por mucho que las usemos, sino que serán como una placa con cuyo contacto no hará sino sacar más brillo al pasado.

Pero esa frustración en ningún caso puede ser disgusto, pues observado en frío hay que mirar el camino recorrido en esta senda. Senda discurrida muchas veces sin pena ni gloria, sin darle apenas importancia, por parte tanto de técnico como de jugadores con las manos largas (entre otras habilidades) para coger el dinero y correr.

Por ello, no puedo sino alabar este equipo. Sentirme orgulloso, sacar pecho. Levantar la cabeza. Porque ellos nos han devuelto el significado de dignidad y compromiso.

Por ellos, alzo mi copa y brindo. Porque sus éxitos son mi felicidad. Felicidades por morir de pie, con las botas puestas.

domingo, 8 de enero de 2012

España: Hater Country

Hace un par de días en la famosa red social “Twitter” se vivió otro ejemplo más de la retrasada mentalidad española. Un señor llamémoslo “Señor X” hizo un ataque contra un rapero que había comentado sobre su malestar sobre que no le hicieran entrevistas en su tierra natal y si una web rumana. El señor X atacó “opinando”, y pongo opinando entre comillas porque su señoría puso #opino, que lo que él hacía "no era música".
 
Esto desencadenó una serie de respuestas entre sí. De estas contestaciones se descubre que el señor X no ha oído nada de este MC, que se guía por comentarios de un amigo suyo y encima se declara tolerante y respetuoso, pues es votante del PP y democristiano….


Mi indignación es patente, ¿cómo se puede defender la libertad democrática e ir insultando escondiendo los insultos bajo la argucia de es una opinión? Yo es que te respeto, pero eso no es música, ¿qué criterio usas para definir eso? Puedes afirmar que no te gusta su trabajo, correcto, ¿pero tienes que atacar de esa forma? Si no te gusta con no consumirla tienes bastante, no tienes porque ir y decírselo, simplemente borras su elepé de tu ordenador, porque seguro que lo has bajado, no has ido a tiendas a comprarlo, tanto que alardeas de respetar la legislación vigente… (Para que lo sepas, su trabajo está en descarga directa y gratuita)


Esto es un ejemplo de la hipocresía de estos neoliberales que bajo su rollo modernito y con valores aparentan lo que no son, ¿y por eso te crees más real o más auténtico? Así operan las copias y los clones de la sociedad, estas copias refritas de lo que nos venden. El problema (y ahora si pongo #opino, porque voy a opinar sin tener que ofender a nadie ni faltar el respeto) es que estos señoritos/as (que el lenguaje igualitario hay que respetarlo que no se nos ofenden algunos colectivos y nos acusan da machistas) es que actuáis como la mayoría porque si no os expulsan de vuestro círculo social y el estar apartados, marginados os da miedo. Necesitáis tener el sentimiento de pertenencia aunque no compartáis opiniones, gustos o simplemente seáis marionetas. La ignorancia os hace felices, el esfuerzo de pensar es demasiado agotador para vuestras primitivas mentes y tenéis que actuar como otros. 


Es así, esto es España. Vivimos en el mundo liberal donde la libertad es la excusa y el amparo para justificar acciones de ataque indignas, donde cualquiera con su “libertad” se crea una cuenta en una red social y despotrica lo que quiere, donde todo el mundo se cree con criterio y poder para opinar (insisto que no es opinar, pero bueno, si ponemos otros vocablos la gente no lo entiende y ese el otro gran problema de la mentalidad gañana de España: el confundir el significado connotativo del denotativo de las palabras, confundir el he dicho por el quería decir, como si viviésemos en un juicio permanentemente).


Así estamos, y así seguimos, creyendo que somos los más aventajados y el resto de países nos llevan años de adelanto, por eso en cuanto alguien en España hace algo innovador tarda años en comprenderse. Por eso criticamos cosas que haremos cuando pasen los años y miraremos al pasado, pero no aceptaremos los errores, ni reflexionaremos, y así nos va.
Esto es España. One luv

viernes, 6 de enero de 2012

Una noche inolvidable

"Qué noche la de aquel día..."

Esta primera entrada viene marcada emocionalmente, como espero que lo sean las demás. Sin embargo, no creo que todas las ocasiones serán tan únicas e inigualables para merecer el comienzo de un blog.

Sí, hablo de anoche. De la conjunción de factores que produjeron que ésta fuera absolutamente inolvidable. Volvía al Arcángel, a nuestro reino, después de 3 meses de exilio forzoso (no por parte del rey, sino de emisario en lejanas y frías tierras), y mi retorno no pudo ser más... no sé si existen palabras para expresarlo. Una especie de mezcla entre asombro/felicidad/amor que es difícil de concebir si no estuviste allí. Bueno, la parte positiva del asunto es que no se puede decir que fuimos poca gente, así que el sentimiento se puede comentar con más gente...

Porque es inconcebible intentar comprender lo sucedido anoche sin la previa. Una previa eufórica que merecía un final (momentáneo, eso sí) a su nivel.

Desde el inicio, cuando la directiva decidió situar el precio de las entradas en unos asequibles 10 € para el público en general, pasando por la respuesta popular, que pasó de una mediana euforia a un auténtico estado de histeria por conseguir una entrada (Conozco casos, que me tocan de cerca, que tuvieron que ir al estadio 2 veces a por entradas el mismo día), hasta que, de nuevo la directiva favoreció el gran momento de la noche.

Podría entretenerme en los prolegómenos, con el reencuentro de caras conocidas, todos anonadados ante lo que sucedía ante sus ojos, viendo cómo una procesión, bulliciosa y sobre todo, multitudinaria, se aproximaba sin cesar al estadio, a pesar de que quedaba mucho tiempo para comenzar. Lo nunca visto en esta ciudad anquilosada, reacia al cambio y la novedad.

Sin embargo, una vez dentro, sí había cambiado algo. Joder que sí. Desde la última vez que vine, muchas cosas habían modificado su curso. Ahora el estadio lucía magistral, lleno, como un campo inglés de esos que ves por la tele y sólo puedes sentir envidia. Pero no, no estaba en Inglaterra, estaba allí, en mi estadio, en mi casa, con los ojos muy abiertos y el corazón a punto de salirse del pecho. Creo que no he vivido un momento más intenso dentro de un campo de fútbol (y creo que he vivido unos cuantos...).

Podría ( y debería, para hacer justicia a esos héroes que ayer se batieron de igual a igual con todo un 7º de Primera División) hablar de fútbol, pero no. Porque si ellos nos hicieron disfrutar, a fe mía que lo consiguieron. Los recuerdos se me agolpan, pero aparecen en muchos casos difusos, como cuando sueñas, o cuando estás embriagado. Quizás sea eso, estaba borracho de éxito, sin necesidad de beber ni una gota.

Pero como toda borrachera tiene su "puntillo", ésta no podía ser menos. A pesar del mazazo que nos dieron, un chico de coleta y pelo repeinado que ni el Conde Lecquio en sus mejores épocas, nos sobrepusimos, y llegó el momento en el que salté, me abracé con mis compañeros, pero sobre todo, grité. Grité como si no existiera mañana, como si mi vida dependiera de ello. Todavía, incluso escribiendo estas letras, me tiemblan las manos al recordar esas bufandas, esas danzas con la música de los goles, esa vista alrededor que no podía imaginar.

Lo mejor, que pensábamos que había llegado, estaba por llegar, porque el segundo gol (totalmente merecido, a tenor de lo visto en el tapete, equipo visitante del que esperaba más, sinceramente) provocó un éxtasis fuera de toda borrachera. Lo que 5 minutos antes era impensable, se conseguía. La felicidad, el orgasmo futbolístico. El que estuvo allí y lee ésto, seguro que sabe de qué hablo. Esa sensación, ¿verdad?, pregunto con una media sonrisa cómplice.

Y así acabó, como acaban las cosas que tienen un buen final. Feliz. Completo.

Yo fui uno de los 19.311 (oficiales, ejem, lo de siempre) que ví ese partido. Y lo recordaré hasta el último de mis días.

P.D.: Fotografía cortesía de @LuisAlguacil. Muchas gracias.