jueves, 9 de septiembre de 2021

Mr. Brightside.

Cuando estás feliz, parece que todas las canciones hablan de ti. Y hoy corriendo han sonado muchas canciones en las que decía "buah, es que soy yo literal" y otras en las que me he reconocido en mi recorrido vital y me han sacado una sonrisa. Otra más. No está mal la mierda esta de sonreír frecuentemente, oye.

Estoy empezando a escribir otra vez, para sorpresa de todos los lectores del blog que sois legión (JAJAJAJA no me lee nadie, Hulio, por aquí pasa menos gente que por la sede de UPD de Tomelloso). Si hasta yo me sorprendo, coño. Nunca he escribido dos post seguidos en dos días, ni cuando se llevaba esto de escribir en los blogs. 

Pero hoy me ha pasado otra cosa que quiero que quede constancia, porque he tenido tiempo para pensar y esto es demasiado largo para escribirlo en twitter, sinceramente. También me he puesto candado en twitter, porque la vida te lleva por unos senderos que nunca esperas.

Hoy he corrido 14 km. y pico como preparación de una media maratón que tengo en dos semanas. Cabe decir que entre medias me voy 10 días a Rumanía y que no sé la disponibilidad de hacer ejercicio que tendré allí, porque una sargento me ha organizado mi visita como si fuera el rey o el presidente del país. 

Como excelente metáfora de mi situación, he comenzado dubitativo, con miedo a darlo todo. Era mucha distancia y no me fiaba de mis capacidades tras el pasado reciente falto de ritmo. Temía asfixiarme en mitad de camino o que no fuera capaz de aguantar al máximo ritmo posible. Sin embargo, he terminado mucho más rápido y entero (a pesar de los abductores, que sí me dolían) de lo que comencé. 

Moraleja, no pienses, corre. Mira la meta y disfruta del camino, porque si no lo das todo siempre te arrepentirás de la marca que realizaste pensando que podía haber sido mucho mejor. Y es una pena que sea así.

miércoles, 8 de septiembre de 2021

Fuego.

https://www.youtube.com/watch?v=XmSMW1afn1g

Empecemos por el final, con la canción de Izal. Este post va a ir mucho de canciones, mucho sonido, más ruido alrededor, mucha luz y el fuego como catarsis de todo. 

Me ha dejado una nota, como dice la canción. Si quiso ser original, lo ha hecho fantástico. 

No me lo esperaba, sinceramente. Me lo ha tenido que chivar a media sonrisa (esa que me flipa y me hace sonreír como un subnormal) cuando sospechaba que no me iba a dar cuenta. Lo que ella no sabe es que no me importaba la maleta porque ella todavía seguía aquí, quemándome con su fuego abrasador.

Porque ella es el fuego, un fenómeno de la naturaleza que se ve y que no te puede dejar indiferente. A veces te deja paralizado, mirando fijamente el fuego fascinado con su reflejo en tus pupilas. A veces piensas que te va a quemar, que mejor que te alejes, que las llamas interiores pueden alcanzarte y herirte. Que tu sentido de supervivencia debido a otros incendios te ordena que no vayas por ahí. Ni loco. Que bastante tuviste con el último incendio en el que casi pierdes la piel y te ha dejado cicatrices profundísimas. 

https://www.youtube.com/watch?v=7H9QO_lCGYk

El fuego por excelencia en España (controlado) son las Fallas. De ahí vengo este finde. He ido a la boda de mi mejor amiga del Erasmus y casualmente había Fallas. Es fascinante observar como todo el trabajo del año, meticuloso, obstinado y dedicado, se puede desvanecer en apenas unos minutos, dejando un poso de pavesas, cenizas y olor a quemado que es difícil de quitar. Todavía lo llevo en la mascarilla (que se guardará como recuerdo) y en la camisa del traje. Y en el alma y en lo más profundo de mí, porque siempre en mi mente esa imagen me recordará al finde que he pasado, a ese ascensor del hotel y estos días que han parecido vacaciones aunque haya tenido que trabajar.

Pero el fuego también da fotones como el presente, que me recuerda a una escena mítica de "El Club de la lucha". 

https://www.youtube.com/watch?v=FSCgfI3OG7s

Siguiendo con este retroceso en la línea temporal, llegamos al domingo, momento álgido de todo, Fallas incluidas. Pocas veces me lo he pasado mejor, sentido más feliz y disfrutado tanto. Al menos en los últimos tiempos. Que todo sea tan completo, tan redondo, durante todo el proceso.

Con gente que conozco de toda la vida (o me lo parece) y gente que apenas conozco de una vez pero que siempre quedarán en mi recuerdo. Sé que nombrar tan pocos es injusto, porque me dejo otros muchos que son memorables con mis Erasmus, o cuando Laura me dijo, "esta la bailas conmigo y no te dejo que la bailes con nadie más que para eso es mi boda".

https://www.youtube.com/watch?v=gGdGFtwCNBE


Aquí haré un inciso para nombrar a dos personas, A y B, menudo dúo, cómo dos personas que conoces de tan poco, de un día y un rato te pueden llenar tanto y hacer sentir que congenias tanto. Y si además nos damos unos homenajes...


- Quiero que pongan algo bakala, que estamos en Valencia 

+ Queda una hora de boda, deberías de ir pidiendola.

- Yo pido la canción para cuando queden 15 minutos, que me la pongan, cerremos y reventemos la boda.

Y se la pusieron. Y bailamos como locos y reventamos la boda, en mi mente éramos una traca, un volcán en erupción, un manojo de petardos tirados con saña para que hicieran todo el ruido del mundo, el momento álgido de los fuegos de artificio y que nos escuchasen en toda Valencia entera, joder. Que estamos en Fallas y estamos en la boda de Laura. El súmmum. El cierre de fiesta. Si en verdad se ciñe uno a la realidad, lo que hay son los saltos, las risas, el caloret, las bebidas saliendo del vaso por los bordes debido a la falta de control y de cuidado. Un momento que jamás se olvidará, imposible.

Pero es que antes... De esto no hay foto, hay un vídeo y está censurado por el gobierno por indecente. Jejejejeje.

https://www.youtube.com/watch?v=y8trd3gjJt0 

+ Pide que pongan la canción de la despedida, la de las drogas.

- Pero qué cojones dices? (Chiste sobre Valencia, droga y demás en mi mente bailando...)

+ Sí, la de las drogas en la discoteca.

- Ah, vale, pido las Pepas. Pero tenemos que darlo todo, eh? Nos tenemos que subir en la tarima y verás tú.

Y ahí que fuimos. Recordemos que ellas dos nunca habían estado despiertas más tarde de la 1, que en Valencia hay toque de queda desde que lo de llevar mascarilla era cosa de flipaos. Y se la sabían como locas. Y subimos a la novia, que ni idea tenía tampoco de la canción hace 2 minutos, y se unió más y más gente... Y aquello fue un pódium de alegría desaforada, exacerbada, de liberación, de llamarada que arrasa la boda y provoca que todos los ojos se vuelvan hacia ellos diciendo lo bajo "putos locos" mientras sonríen porque saben que nos lo estamos pasando genial.

Y para terminar, estaba ella, claro. El fuego más grande que haya arrasado una boda, una mezcla entre Lola Flores y modelo de pasarela. Una boda a la que dos semanas antes no sabía si iba a venir, que dos meses antes no se había planteado venir y que si no fue la que mejor se lo pasó, faltó poco. Ella es el fuego que quema una falla y el fuego que devasta campos. Y a la vez el que calienta la casa en invierno, la comida cuando se necesita y el espíritu cuando estás destemplado. La que lleva un moño en todo lo alto, negrísima, pero a la vez lleva un peinado sofisticado, acorde a la boda y a los estudios de protocolo que tiene. De todos los momentos que hemos vivido juntos, me quedo con la siguiente canción:

https://www.youtube.com/watch?v=C4uXGzFZjqw

Su cara cuando pusieron esta canción y me fui para ella, esa cara de estás loco, no sé qué cojones me estás diciendo en tu puto alemán, pero me río precisamente porque estás loco y me caes genial así. Esa risa es el fuego que hace que caliente hasta las yemas de los dedos, que en el interior sientas que hay vida. Esa risa que he conseguido sacar y que provoque que afirme que llevaba mucho tiempo sin reírse tanto. 

Nada más qué por eso, merece la pena todo el ruido de alrededor, que queda más amortiguado y lejano de la realidad cotidiana. Compartir risas, confidencias, momentos, vida, alegría y los bufets del desayuno siempre son un placer. Y que sean muchas veces más.

miércoles, 3 de marzo de 2021

Estratigrafía de lo imposible.

 Es una noche rara. 

No sé ni por dónde empezar. He perdido hábito de escribir, a pesar que cada vez me paso más horas delante de un portátil. Escribiendo en inglés sobre cables, antenas y tecnología. Supervisando las quejas de calidad de todo eso. Yo, que he estudiado Historia y no concebía estudiar el bachiller de tecnología. Me hubiera reído en mi cara hace 15 años. Payaso, deja de decir tonterías. Sí claro, y una pandemia vendrá también. Anda, anda. Tira.

Digamos que me he estado stalkeando entradas de un blog, lo confieso. De 2014 la más moderna. Mira mamá para lo que me ha servido estudiar historia, para hacer arqueología en redes sociales. Al menos me ha servido para algo más que contar movidas cuando visitamos ciudades o ponerme pesado queriendo visitar tal o cual sitio. Mención especial para cuando fui a Béziers y todo el mundo me preguntaba por qué quería ir a ver una iglesia anodina. Así soy yo, una persona que no suele pensar como los demás. Así me suele ir.

La gente grita en Twitter un gol, porque ya no se puede gritar en el campo. La gente grita en silencio, porque ya no se puede gritar (ni nada) en la calle a estas horas. Pandemia, quién me lo iba a decir a mí. Sólo lo había visto en libros, como algo lejano. Como si de repente el Papa decide que hay que invadir Jerusalén. No me sorprendería, visto el último año. Ya casi nada me sorprende. 

Leo sobre rupturas, mi amiga escribe jodidamente bien. Y lo sabe. Buena prosa, mejor poesía. Muchísimo mejor cuanto más corta. Sus palabras, en el dolor, son como dagas en una mañana fría. Angélica de Alquézar acuchillando a Íñigo Balboa con saña diciéndole "me alegro de no haberte matado... todavía". Directa, concisa, real. Está ahora pasando un mal momento y seguro que si le diera por escribir le saldría todo a borbotones, desbordando sentimientos entre los dedos. Como la sangre de Íñigo.

La pandemia, como el dolor que siente, pasará. Seguro que alguien stalkeará su Instagram dentro de 15 años cuando esa red social no se use y le preguntará que de dónde es ese atardecer. O quizás no, quizás caiga en el olvido como Tuenti y esas fotos, esos versos, atardeceres y sentimientos se queden ahí, perdidos cual niebla en una mañana fría.

Halt durch, my friend.

Zeitgeist

 Lo único permanente en esta vida es el cambio, decía Heráclito y un antiguo manager que tuve. Mientras que el primero buscaba que mirásemos el río y no viéramos siempre la misma agua, el otro buscaba que no nos quejásemos de los cambios que hacían que la empresa se fuese poco a poco a pique con tanto cambio.

El cambio en sí no es malo, el problema es cuando cambio viene de repente, sin pensarlo, dejándote la cara de Higuaín cuando le pitaron el fuera de juego en la final de Brasil. En esta vida hay más fueras de juego de Higuaín que goles de Uli Dávila y tienes que saber vivir con ello. 

Recuerdo ese 2014 como si fuera ayer, ese colofón de Uli con ese cambio brusco que al final no cambió nada para el equipo (si acaso a peor). Eso es la vida, un constante "que me quiten lo bailao" cuando las cosas van bien y un quejido lastimoso cuando Ramos mete en el 93. También lo recuerdo como si fuera ayer todos los atléticos de Múnich yéndose del bar para evitar las miradas socarronas de los compatriotas merengues allí citados. Yo mientras ellos se iban y me sentía cada vez más el Titanic yendo hacia el iceberg pensaba:"Bueno, es lo que hay", mientras tenía las manos en los bolsillos y miraba al infinito en el momento en el que Cristiano presumía de abdominales. "Halt durch, chaval, que no queda otra".

Esa mirada me ha perseguido y me la he reconocido en mí mismo muchas veces más. La de shock incrédulo cuando la vida te pega una hostia que no esperas. La que no sabes responder ni argumentar, la que te envuelve y te atrapa como un folio transparente de envolver maletas, paralizándote durante los segundos en los que te juegas todo.

Escribo esto mientras estoy en la piscina, tumbado. Rumiando mis derrotas y melancolías mientras estoy en un mullido césped a la vez que se van secando poco a poco las gotas del agua con el cloro de la piscina. Problemas del primer mundo y dramitas que hacen que relativices y pienses que qué cojones quieres. Tienes un trabajo, una familia, unos amigos. Has conocido mundo y tenido parejas. Las has hecho feliz y te han hecho feliz. Has tenido alegrías, te has hecho a ti mismo y si miras hacia atrás, has llegado mucho más lejos de lo que nunca pensaste. Pero te quejas. Satisfecho? Sí. Completo? Ni de coña.

Mi hermana cree en el horóscopo y esas cosas cuando hace diez años no creía en nada de eso. Cambios que tiene la gente. Cree que ser Virgo hace que seas de tal o cual manera. Que si eres Aries siempre pecarás de lo mismo, aunque intentes rebelarte contra tu destino como un Sísifo cualquiera. Me encantaría creer en eso y justificar el cambio porque los hados tienen un libro y juegan a los sims con nosotros mientras se beben una cerveza. 

Yo en cambio creo que la gente cambia, evoluciona y modifica lo que piensa, siendo un constante camino en el que hay que reír todo lo que puedas porque el estado normal no es ese. En la vida se sufre más que se disfruta y por más que soluciones un problema, habrá siempre tres esperando en cola para que los soluciones.

Aquí es cuando debería haber una conclusión o algo parecido, pero sinceramente, si has llegado hasta aquí leyendo, creo que eres lo suficientemente constante y lúcido para entender que es sólo una reflexión más de un tío que le da mil vueltas a la cabeza. Así que nada, como en los libros de aventuras, construye tu propia historia y saca tus propias conclusiones.